Una vez el frio penetra en el cuerpo humano, sólo yace soledad infinita que arrebata tus sentidos al sentirte desorientado, lo único que puede combatir este estado insolente e pálido es la llama que yace en tu corazón y arde a través de tu cuerpo, se extiende celestial mente como las alas de un ave fénix y cuando tus brazos rodeen con suavidad abismal mi cuerpo, producirán áquella chispa que está allí presente pero no la vemos que es llamada '' calor '' .